Probablemente hayas escuchado más de una vez que “invertir” en Bolsa es como jugar a la lotería. De hecho, son muchas las personas que todavía siguen utilizando una expresión particular para ello: “jugar en Bolsa”. Aunque seguirán siendo algunos los que mantengan estos términos, pese a la incorrección, hoy en A Fin de Mes queremos seguir hablándote de inversiones en renta variable y de por qué invertir en Bolsa nada tiene que ver con los juegos de azar. Y no es solo por una cuestión del famoso impuesto a la lotería que tenemos en España. A continuación te damos todos los detalles.
Lo cierto es que el origen de estas expresiones tiene mucho que ver con el desconocimiento sobre el tema de la Bolsa. De hecho, mucha gente sigue pensando que solo los ricos pueden ganar ahí, porque para el común de los mortales se convierte en una trampa en la que puede perder el dinero. No es menos cierto que en España el interés por estos productos ha ido en aumento, sobre todo por la pérdida de atractivo de otros productos más consumidos por la mayor parte de la población. Sobre todo el que tiene que ver con los muy seguros depósitos a plazo fijo.
¿Por qué son diferentes la Bolsa y la lotería?
Si eres de los husuarios que se han informado previamente, has hecho cursos, o simplemente has leído libros sobre este tema, sabrás que hay algunas diferencias importantes entre ambas cosas. Sin embargo, si aún estás buscando respuestas y no acabas de ver clara la diversidad, creo que en las siguientes líneas lo entenderás de forma muy fácil, y dejarás de utilizar la famosa expresión de “Jugar en Bolsa“.
La Información y la probabilidad no son lo mismo
Cuando vas a un casino, o juegas a la lotería, lo que estás haciendo es apostar un dinero al azar. Es decir, estás confiando en que la suerte esté de tu lado, porque si te has leído nuestro artículo de por qué un matemático no juega a la lotería, habrás ya descubierto que las probabilidades son muy pequeñas. Sin embargo, en la Bolsa no se habla de probabilidad, al menos no hasta el punto que implican los juegos de azar. En la Bolsa partes de una información económica real de las empresas, pudiendo utilizarla para tu propio interés al vender y comprar acciones.
Los juegos de azar y incluye la suerte del ganador
Hay un fenómeno que se conoce como la suerte del ganador que es muy habitual en el mundo del azar. Cuando alguien gana en la lotería, tiende a pensar que la suerte está de su lado y empieza a utilizar ese dinero para incrementar sus ganancias. Luego, es muy probable que lo pierda todo. En la Bolsa, hay que pensar con mayor detenimiento cómo se re-invierten esas ganancias. No se trata de elegir un juego azar de las limitadas opciones del mercado, sino de crear una cartera de empresas que tienen información confiable y de la que se esperan buenos resultados en el mercado.
El corto plazo para ser millonario
Cuando una persona juega a la lotería, espera ser millonaria de la noche a la mañana. En el mundo de la Bolsa, aunque hay brokers que consiguen rentabilidad en el corto plazo, casi siempre se logran los mejores resultados en el medio-largo plazo. Por lo tanto, nada tiene que ver con el funcionamiento de los juegos de azar.
La imposibilidad de evitar las pérdidas en el azar
La lotería, los casinos y otros juegos de azar implican una apuesta, casi nunca meditada, al todo o nada. ¿Cómo puedes impedir las pérdidas en el azar? No puedes. Sin embargo, en el mercado de la Bolsa sí que se puede conseguir. Por un lado, están los dividendos, que permiten ganar dinero incluso si las acciones no están en su mejor precio. Por otro, las buenas estrategias de inversión siempre implican una diversificación para mitigar los resultados negativos. Por lo tanto, si se conocen, sí que existen mecanismos que impidan la pérdida. Bastará con utilizarlos de la manera correcta para mejorar la rentabilidad reduciendo el riesgo.
¿Conocías estas diferencias entre los juegos de azar y la Bolsa? ¿Te sigue pareciendo lo mismo jugar a la lotería que invertir?
fuente:http://afindemes.republica.com/finanzas/invertir-y-apostar-por-que-no-son-la-misma-cosa.html
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